Desde su lanzamiento en marzo pasado, Bard, la inteligencia artificial generativa de Google presentada como la competencia de ChatGPT, se encuentra disponible en más de 180 países, incluido el Reino Unido, aunque no es posible acceder a la herramienta desde Europa.
El «no lanzamiento» de Bard en Europa ha generado suspicacias sobre si esto no es un mensaje del gigante tecnológico a la Unión Europea sobre su disconformidad con la dirección que está tomando el proyecto de regulación de la inteligencia artificial a nivel europeo y con el contenido de otras regulaciones europeas, como el RGPD o la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés).
¿Mensaje de Google a los eurodiputados?
El sitio especializado Wired, consultó a varios especialistas en regulación de la inteligencia artificial, entre ellos Nicolas Moës, Director de Governanza Europea de la IA del think thank The Future Society. Moës considera que con la exclusión de Bard de Europa es posible que Google esté enviando un mensaje a los parlamentarios europeos antes de la aprobación de la legislación europea sobre inteligencia artificial, tratando de influir en el contenido de la regulación para que se le otorgue más libertad de acción.
Moës señala también que esto no es privativo de Google, sino que Facebook tampoco lanzó su herramienta de inteligencia artificial generativa, BlenderBot, en la Unión Europea, lo que también podría considerarse una acción de presión sobre los legisladores europeos.
Por su parte, el eurodiputado Brando Benifei, quien lidera las negociaciones sobre el reglamento europeo de la IA y hace poco solicitó la realización de un congreso mundial para regular las nuevas aplicaciones generativas de IA, declaró no estar seguro de si la imposibilidad de acceder a Bard desde Europa es una consecuencia del disgusto de Google con la Unión Europea, aunque sí lo consideró como un «gran problema».
Consultado por Wired, Google se negó a realizar declaración alguna al respecto.
Consultado por Wired, Google se negó a realizar declaración alguna al respecto. Su portavoz, Delia Williams-Falokun, se limitó a indicar que: «Aunque aún no hemos concretado el calendario de los planes de expansión, los iremos aplicando de forma gradual y responsable, y seguiremos siendo un socio útil y comprometido con las autoridades reguladoras mientras navegamos juntos por estas nuevas tecnologías»
¿Es Bard compliant con la normativa de Europa en materia de protección de datos?
También es posible que Google no haga disponible a Bard en Europa debido a que la aplicación no cumple con los estándares europeos en materia de protección de datos personales, algo que ya generó múltiples dolores de cabeza a OpenAI, la empresa propietaria de ChatGPT.
Las inteligencias artificiales generativas necesitan de ingentes cantidades de datos para funcionar adecuadamente, sin que se encuentre claro cuál es la base legal para el tratamiento de esos datos, su destino o aplicación final, o las medidas de seguridad adoptadas para evitar brechas.
Tal es así que los reguladores europeos en materia de protección de datos pusieron sus ojos sobre ChatGPT, con medidas que incluyeron el bloqueo por parte de Italia (levantado sólo luego de que OpenAI cumpla con las demandas del Garante para la protección de datos italiano), el inicio de una investigación de oficio por parte de la Agencia Española de Protección de Datos, y la creación de una fuerza de trabajo sobre ChatGPT por parte del Comité Europeo de Protección de Datos.
Inclusive, las preocupaciones ya cruzaron el Atlántico y motivaron una acción coordinada sobre ChatGPT por parte de la Red Iberoamericana de Protección de Datos, que alertó sobre los riesgos para la privacidad que conlleva su utilización, pero también puso el foco en el peligro de obtener respuestas falsas o sesgadas que conduzcan a la «desinformación».