A finales de marzo Europol público un informe sobre la infiltración de las redes criminales en los puertos de la Unión Europea. Las conclusiones del informe demuestran que la corrupción existente en los puertos europeos es un factor clave para explicar su infiltración por parte de las organizaciones criminales dedicadas al contrabando de drogas ilegales.
El documento es producto de un análisis conjunto realizado por la agencia policial en colaboración con los puertos de Róterdam, Amberes y Hamburgo/Bremerhaven.
Vulnerabilidades
Se estima que durante el 2021 pasaron por los puertos europeos alrededor de 98 millones de contenedores, lo que supone cerca del 25% del tráfico total. Sólo el 2% de esos contenedores son sometidos a revisiones físicas por parte de las autoridades portuarias.
Por otra parte, el informe indica que alta automatización de los puertos facilita la fuga de información clave que luego es aprovechada por las organizaciones criminales para diseñar «rutas seguras» para el contrabando.
A su vez, el alto número de proveedores y empresas con acceso a la zona portuaria, junto con la presencia de empresas portuarias prestadoras de servicios periféricos (por ejemplo, empresas estibadoras o de transporte por tierra), ofrece tierra fértil para el soborno. La multiplicidad de actores involucrados en la logística marítima aumenta la posibilidad de que los grupos criminales utilicen la corrupción para infiltrarse en los puertos europeos. Destaca también la creación de «empresas fachada» y el envío de carga ilícita dentro del flujo legítimo de comercio para eludir los controles aduaneros.
Las operativas ilícitas frecuentemente incluyen la complicidad de los empleados de las empresas involucradas en la cadena logística, incluidas las propias operadoras de los puertos, que facilitan la introducción de la mercadería ilegal a los puertos, que luego son distribuidas por todo el continente, aprovechando la libre circulación de bienes y personas.
Los métodos preferidos por los contrabandistas: desde la clonación de contenedores hasta la utilización de «caballos de Troya»
El informe describe múltiples métodos utilizados por los contrabandistas para traficar drogas a través de las instalaciones portuarias europeas.
El clásico método de «ensuciar» un contenedor de mercadería lícita, llamado comúnmente en en inglés «rip-on/rip-off method». Consiste en introducir droga en un contenedor con mercadería lícita cuando este se encuentra en el puerto de salida, para luego extraer la droga en el puerto de destino. Normalmente esto se realiza sin el conocimiento del dueño de la carga lícita.
Otra modus operandi, algo más complejo, en el de cambio de contenedores. La operativa se resume en cambiar la droga de un contenedor «de alto riesgo» (por ej., aquellos que salen de puertos sudamericanos) a uno de «bajo riesgo». Generalmente los contenedores a los que se transfiere la droga son containers en tránsito dentro de países de la Unión Europea, que raramente son inspeccionados.
El último método descripto por el informe es el de mayor complejidad, denominado «clonación». La droga se introduce en un contenedor que se sabe será inspeccionado. Una vez que este arriba al puerto de destino, el contenedor se extrae del puerto antes de que sea inspeccionado y se lo reemplaza por otro contenedor que contiene el mismo número de identificación que el original. Finalmente el es «clon» el que pasa por el escáner, en lugar del contenedor original. De esa manera se evita la inspección del contenedor con droga, que puede salir del puerto sin problemas. Para cuando las autoridades se dan cuenta del cambio, generalmente es muy tarde.
Pero los containers no solo se usan para extraer droga del puerto, sino que también sirven a modo de «caballo de Troya», siendo utilizados para introducir a los equipos de extracción al puerto de destino. Esto puede ocurrir incluso días antes de la llegada del contrabando.
Un elemento común: la corrupción
Todos estos métodos tienen un elemento en común: no pueden ser llevados a cabo sin la complicidad de los funcionarios portuarios o los empleados de las navieras y empresas logísticas. La corrupción es, entonces, un elemento constitutivo del contrabando en los puertos europeos.
¿Cómo saber que contenedor será inspeccionado y cuál no?, ¿O donde será ubicado el contenedor en cuestión en el puerto?, ¿Cómo conocer el número de identificación del contenedor?. Todas estas preguntas necesitan información interna para ser respondidas. Información a la que sólo tienen acceso ciertas personas dentro de la compañías.
Incluso, el propio informe indica que muchas veces las organizaciones criminales logran que sus miembros ingresen a trabajar a las empresas involucradas en el proceso logístico con el único fin de que les proporcionen información interna.
Se estima que los coordinadores de la extracción de las drogas se llevan entre el 7% y el 15% del valor total de la mercadería ilícita. Mientras que los propios miembros de los equipos de extracción, tales como los conductores de los camiones, o un empleado de una naviera que filtra el número de extracción de un contenedor, pueden recibir a cambio cientos de miles de euros.
¿Qué se puede hacer?
Cambios en los procedimientos de control, o la utilización de la inteligencia artificial para aumentar la eficacia y alcance las inspecciones, son algunas de las medidas que ya están siendo aplicadas.
Pero el informe pone el foco en la necesidad imperiosa de la colaboración público-privada para combatir el tráfico de drogas y la corrupción en los puertos europeos. Así, Europol sugiere la creación de grupos de contacto de los que participen tanto funcionarios policiales como portuarios y de las empresas navieras.
Así como las entidades privadas invierten en aumentar su productividad, también deben aumentar los recursos dirigidos a implementar y poner en funcionamiento un sistema de cumplimiento normativo eficiente, que les permita mitigar adecuadamente el riesgo de que la estructura empresaria sea utilizada con fines criminales. De lo contrario, se exponen a graves sanciones -desde multas y suspensiones hasta la cancelación de licencias para operar- y a lo que puede ser peor: aparecer en los titulares de prensa junto a cárteles de droga.